
Con los regimenes democráticos se hizo posible la libertad de expresión, ya que a los dictadores siempre les ha molestado la idea de que los periodistas, ciudadanos, escritores, etc. puedan expresar libremente su opinión acerca de los quehaceres políticos, tecnocráticos, espirituales y económicos de los gobernantes. En este grupo militan los irresponsables que abusan de la sagrada libertad de expresión, recurriendo a las simplezas, a las superficialidades, a las injurias o a la insensatez cotidiana. Sin embargo, en términos estratégicos es preferible la pervivencia de este pequeño grupo de “libertinos” que recurrir al asesinato personal o al viejo mecanismo sectario de provocar el desempleo de los disidentes.
Por: Carolina V
No hay comentarios.:
Publicar un comentario